¿Te suena el "móntalo tú mismo" de Ikea?, ¿pague y luego reposte en cualquier gasolinera?, ¿los autoservicios de comida?, ¿las cajas automáticas de los supermercados?, ¿rellenarse el refresco en los burger?, etc. Pues si la respuesta es tanto sí como si es no, observa como todo eso ha llegado a los videojuegos.
Lo asumimos como un progreso, la molestia de tramitar personalmente una gestión. “¿Quién lo hará mejor que nosotros mismos?“, “ahora es más rápido“, o “la máquina no se equivoca“, son eslóganes que se oyen a menudo, pero lo cierto es que a largo plazo estamos trabajando gratis.
¿Por qué pagar a un equipo de testeo? si el juego medio-funciona y el marketing ha dado resultado, los jugadores comprarán, y si los jugadores compran harán el testeo gratis mientras juegan y denuncian bugs en el foro de la compañía.
Hay plataformas que usan a sus usuarios para cribar el contenido a cambio del placer de poder pagarlo más tarde. El Greenlight de Valve para Steam es u paso más de este modelo. El sistema parece funcionar y a todos gustar. La comunidad criba el contenido que no venga de tratos con distribuidoras y también se ocupa de comunicar errores en los títulos.
La justificación es que las personas están dispuesta a ceder parte de su tiempo para sentirse parte de algo, que disfrutan ayudando, yo digo que se aprovechan de la buena fe de la gente. Y que dar voto a personas sin criterio puede llevar a que en esta "democratización" del proceso de distribución los desarrolladores de videojuegos se vean obligados a participar en un concurso de popularidad con muchos vídeos, promesas y arte conceptual pero nada de muestras de jugabilidad.
Los videojuegos no han subido mucho de precio, ya lo vimos. Pero si ahora los jugadores hacemos mucho del trabajo que antaño hacían las empresas y encima los costes de distribución y promoción se han hundido con la aparición de Internet ¿no deberían haber bajado de precio? Más si cabe que lo que llaman ahora ediciones de coleccionista, por las que tienes que hacer un desembolso mayor, son en realidad lo que antes te daban por comprar cualquier videojuego con su caja.
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