No es raro oír sobre jugadores asiáticos que llegan a extremos enfermos en su pasión por los videojuegos. De Japón procede la palabra y el fénomeno hikikomori, adolescentes que se encierran en sus habitaciones durante meses o años y su único contacto con el exterior es Internet y una rendija por donde sus padres le dan la comida. Sin embargo el caso de hoy es mucho más original y procede de China. Un padre, harto de la obsesión de su hijo con su hijo por jugar al World of Warcraft, contrató a un sicario para que matara virtualmente (matar y trolear) los personajes de su hijo en el juego y en otro sjuegos hasta que el chico se aburriera y dejase de jugar.
Al parecer Xiao Feng, que así se llama el elemento, no hacía otra cosa que jugar en Red y a sus 23 años, no quería estudiar ni trabajar y mucho menos tenía tiempo para pensar en encontrar novia. Ante todo no se puede negar la originalidad del padre, con lo fácil que sería quitarle la conexión a Internet o incluso la electricidad. En fin, adicciones extremas medidas extremadamente originales.
Fuente Lainformación.
1 comentario:
Jo, jo! Muy bueno! Desde luego, como medida anti-adicción al juego no tiene precio. :D
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